sábado, 27 de noviembre de 2010

novedades

Desde que incluí el último post han pasado muchos días. Será que se me está haciendo difícil mantener dos frentes abiertos al mismo tiempo o que no quería poner a prueba mi capacidad de mantener un secreto. No es que sea bocona, pero acá, entre vos y yo, la cosa se complicaba. Después de todo un diario, por caro que sea, es "una bocca della veritá", sí, como la que está en Roma y dónde todos queremos poner la mano.

Hoy que Internet ya transportó las invitaciones puedo contar que concluí el librito de poemas. El segundo, que es una recopilación de versos de... ayer, hoy y, si dejan algo en quiénes los leerán, también de mañana.

Gotas Azules o Gocciole azzurre, es el título. Claro que es bilingüe; no puedo imaginar una poesía que no me responda en italiano. Pero el por qué del título se rehace a mi amor por el jacarandá, a lo que significa noviembre como mes azul de transición, el mes que llega anunciando el verano y él que se inclina hacia la majestad de Diciembre.

El "azul" es el color de la fe, del cielo transparente, de todos los cielos que atravesamos en la vida y de aquel que al final, queremos alcanzar.

Hay mucho azul en mi libro y el final lo explica.

Si analizara este libro desde afuera, como si fuera de otro, diría que el amor y el dolor se funden, con-funden, en un largo amoroso adiós.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Dulces y flores

Caro Diario,
no es frequente que se me de por contar cosas caseras, pero hoy fue un día así.
Amanecimos con perfume de frutillas. El color y el sabor iban conquistando la cocina mientras la mermelada se cocinaba a fuego lento. No importa si en un descuido rebalsó el jugo entre las hornallas, por suerte el derrame no alteró la calidad del producto final!
Quizás un poco más dulce de lo que hubiera sido sin el percance, salieron seis frascos de delicioso y orgulloso dulce casero! Gran logro del duo que llegamos a ser Vale y yo cuando nos proponemos algo...claro un punto más para ella que limpió las hornallas.
Luego le llegó el turno a la flores. De vuelta de las compras, divertidas como lo es comprar sábanas y toallas, encontramos sin buscarlo, un vivero espectacular. Cerca de Unicenter, en Asunción y Corrientes, una esquina que desparrama colores impensables y verdes en todas las gamas. (Anoten el dato...mi nieta hace escuela!)
En la vereda un enorme papiro, liviano y fluctuante, creció confundiendo Martínez con la orilla del Nilo.
Entramos en ese paraíso y a la media hora salíamos con petunias, flores de azúcar, copetes, zinias y para el rincón de la huerta, (macetas, nada más que macetas....) albaca perfumada, salvia y cilantro. Ya tenemos menta, oregano, tomillo y ciboulette!
Mmmmmmmmmmmmm!!!!
Así el jardín se prepara al color del verano. Para eso cerramos la tarde regando y destruyendo nidos de caracoles que se adueñaron de un jazmín trepador.
Esos bichos caros a las fábulas, nada tienen de lo simpático que se les adjudica en las mismas. Son unos voraces destructores de belleza y así sin piedad, los hemos tratado.
No sé si la ecología tiene algo que ver con dejarlos comer geranios y jazmines.
Babosil es el arma, unos granitos que, dicen, surten el efecto de atracción sexual!
Y bueh, si sucumben por... amor, no hay mejor manera de partir, jaja.
Veremos quién gana la batalla.

Un buen sábado, entonces que concluyó tan casero como había comenzado, preparando un escabeche de vizcacha! Sí, al perfume de frutillas, le siguió el aroma del vinagre y la pimienta negra.
Dejé de hacer muchas cosas que tenía planeadas, como empezar a guardar libros y cuadros en mi escitorio, a la espera del pintor y redactar un contrato que se tiene que firmar la semana próxima. Pero sabés qué? No me siento culpable; realizo que he cambiado para bien. En otros tiempos, por lo menos, ahora estaría obsesivamente escribiendo el contrato en cambio, ves, te conté de flores, frutas y caracoles.
Qué bueno, estoy cansada pero creo que me iré a dormir un poco más sabia!

viernes, 12 de noviembre de 2010

Paul - la voz del ayer

¿Cuánto significado puede contener la palabra "ayer"?
En este blog es un componente vital.
Dicha en los dos idiomas que hablo a diario, diferencia dos etapas de mi vida.
"Ieri" incluye momentos especialmente ligados a la infancia, a la primera atormentada juventud y al lenguaje del amor. Quizá, tal vez, sea el sonido de mi última palabra. Siempre se retrocede, creo, como en un círculo el principio y el fin, se reunen para cerrarlo.
"Ayer" es un todo, mucho más largo que aquel "ieri", en el "ayer" cabe una vida vivida entera, es decir todo lo trascendental que nos es dado vivir. Tan trascendental como el amor, la vida que nace de él y la muerte capaz de llevarse lo amado y hasta lo engendrado.
Pero hay mucho en el medio, tanto, todo ese tanto que esta noche con la voz de Paul, se me cayó encima.
Yesterday no es sólo "ayer", es la adolescencia de mis hijos. Es, de la mano de ellos, mi primera aproximación a una nueva expresión de la música. Yo era bastante joven como para disfrutarla, sin llegar al entusiasmo, ya que mis preferencias se quedaban en lo más melódico o si queremos, en lo más romántico. No sé, Michelle, All you need is love o la sublime canción de John Lennon, Imagine.
Pero esta noche, sin poder (ni querer) frenar el llanto, volví a sentir en mis manos una peluca de lana negra, remedando la melena de los Beatles, con que se disfrazaron mi nena y su amiguita, Adriana.
Yesterday, cantaba el viejo muchacho, mientras yo imaginaba, sentada en su sillón, los ojos brillosos y la barbilla temblante de Pucci, al corear la canción.
Él sabía todas las letras, me las traducía, así que lloré Let it be, canturreé Obladí obladá y terminé sollozando con el Hey Jude del final.
Sí, este Yesterday, desplegó en mi mente un largo racconto, donde risas y lágrimas se mezclaron en la remembranza. Pero no me siento triste ni sola. ¡No! He visto en la pantalla, tanta gente con la misma carga que yo sentí, más jóvenes, de la edad de mis hijos que estuvieron ahí como debía ser, y ví caritas de nena, sonrientes, iluminadas por una luz que les han encendido sus padres y sentí una gran alegría.
Si todavía la emoción se puede transmitir a una tercera generación, tenemos mucho por delante.
Y si podemos emocionarnos con los compases de la juventud, nada está perdido porque...all you need is love,
chicos!!!
Es la única verdad.