sábado, 23 de octubre de 2010

Viajeros


Preparar mis viajes ha sido siempre una tarea placentera no exenta de una cierta exitación.
En estos días, sin embargo, me acompaña la misma exitación al preparar el viaje de alguien que viene.
Estoy contenta y atareada al planear la bienvenida para Fernanda y Camilla. Una cuñada y una sobrinita que recién ha alcanzado la mayoría de edad. Una nonna y su nieta.
Con Fernanda me une una cercana y amable compañía que lleva años. Muchos días compartidos, emociones, confidencias y de su parte, una especial hospitalidad, en su casa italiana.
A Camilla casi no la conozco, aunque la vi por primera vez cuando cumplía pocos días de vida. La he vuelto a ver, en los viajes que me llevaban a Italia, pero no siempre y en cada caso, en breves visitas.

Con estas premisas, me estoy disponiendo a programarles una estadía inolvidable.
No es poca pretensión, por sobre todo, con la preocupación de lograr sorprenderlas teniendo en cuenta la...diferencia generacional.
Así que caro Diario, a trabajar para inventar programas, para preparar una Navidad nueva y acogedoramente tropical, para estas visitas que solamente conocen "Natale" con frío y nieve.
Un fin e inicio de Año en un entorno absolutamente diverso, frente al alucinante espectáculo de la Garganta del Diablo.
Saboreo de antemano la maravilla que espero ver en sus ojos.

Siento la necesidad de brindar lo mejor, lo más lindo y lo más sorprendente. ¿Una cuestión de orgullo? Mah...
Al mismo tiempo presiento tardes calmas en la galería, frente a mi jardín, en charlas tranquilas, mostrando fotos con las que recorreremos mi vida entera.
Quizás, en estas pausas, Camilla podrá encontrarse con los jovenes de la familia, para disfrutar diferentes preferencias y por sobre todo, para encontrar ese lazo de familia que faltó por culpa de la distancia geográfica
y de algunas cosas más.
Recuperar lo que une, sentir la importancia de pertenecer a una misma raíz, darse cuenta de que tenemos más en común de lo que suponemos. Deseo que todo esto sea el mayor logro de este viaje hacia el sur que emprenderá esta chica italiana, a la que estoy esperando con esa ilusión.
Entonces, como debe ser, a preparar el jardín y la casa para la bienvenida. El brindis, o los, ya que serán unos cuantos, coronarán la estadía.
Estoy muy contenta y acá presento a mis invitadas, respectivamente la primera y la tercera en la foto.

5 comentarios:

  1. que lindo!!!! seguro van a pasar unos días increibles... con semejante anfitriona , no me cabe duda! y acá estamos todos para hacerlas sentir bienvenidas y pasearlas para que nada deje de asombrarlas! así que , acá se van a encontrar como en casa, o quizás MEJOR!
    besitos

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  2. Gracias Lelín,
    yo sé cómo somos y en verdad me importa que ellas se vayan conociéndono como ese clan que somos. Que se sientan que podemos incluirlas a pesar de la distancia.
    Y desde ya que la van a pasar bien.
    Besis... censales ¡jajaja!
    Te quiero.

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  3. qué lindo nonnis! me da alegría verte tan contenta por esta visita. va a ser genial!!!!

    besazoooooooo!

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  4. es muy lindo lo que acabo de leer! y seguro que pasaremos hermosos dìas!
    su

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  5. Eyyy! gracias!! Hace días que no pasaba por aquí y ya que me trajiste voy a charlar un ratito con mi caro diario.
    Un beso after Paul!

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