Siempre hay un "día después", por suerte, que nos reporta a considerarlo así.

Él viaja por todo el mundo y la mayoría del tiempo, tengo que remitirme al último mail para recordar si, en ese momento, está en China o en Ucrania. Ahora también llegó acá pasando antes por Filadelfia y Miami.
Pero anoche durmió en su cuarto y su hermano, mi Pablo, se quedó a dormir también en la habitación de al lado.
Creo saber, intuir los sentimientos que fluctuaron en la casa de sus padres porque no es difícil intuír los sentimientos de los hijos. Y me enternece.
Va a ser una estadía corta, pero serán días felices. Hasta la manera de comunicarlo, lleva en sí la alegría...¿sabés? Llegó Ale! Así es cómo se lo dije a mi amiga al contestar su ¿cómo estás?
Bien, estoy bien, estoy contenta mañana prepararé una comida rica, que es la manera que tiene una nonna de saber que está felíz. Porque ya no tengo tantas ganas de cocinar, sin embargo, si se que vienen mis nietos, las encuentro! Debe ser por lo que encierra el concepto de alimentar la vida, porque, de veras, no es lo más importante que me une a ellos. Tenemos vínculos que van más allá de un buen plato y los celebramos cotidianamente, Pero el convite es en sí, la celebración más genuina de la alegría.
Aprovechémosla, entonces y como diría mi nieta lalala lalalaaaaaaaaaaaaaaaaaa y el verso, hoy, va por dentro!