dulcemente.
Duerme tu siesta, te lo ruego,
hasta que veas cómo se apaga la luz en mi ventana.
Despierta entonces,
yo te estaré esperando y de la mano,
alcanzaremos nuestro patio de juegos
donde la luz, eterna, será la luz
de nuestro amor, hermano.
Rosanna - 28 de enero, 2011
A mi hermano, que emprendió su viaje, hacia el infinito, hace seis meses.
gracias por la emoción mami!
ResponderEliminares para todos los hermanos... el tuyo y el mio!
beso gigante a mi gigante mamá!
Un beso a vos, hijita.
ResponderEliminarSobre ésto no cabe un gracias porque la emoción, profunda, es lo que compartimos.
Beso beso.
HERMOSO...
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