miércoles, 7 de agosto de 2013

Una flor para el consuelo


  Caro Diario, 
     hay días en los que aunque quieras abstraerte, el afuera y los otros - el otro - te duelen. No todo se resume en la expresión de horror y espanto que te nace al ver las imágenes de la tragedia.
    Las lágrimas, la sangre y la destrucción tienen caras. Tienen el rostro de la desesperación y el asombro, frente a  las pérdidas irreparables de vidas amadas y de todo lo que a la hora del desayuno estaba ahí, igual que ayer,  hasta que el estruendo del maléfico soplo, hizo volar la casa y la gente.
El café no tuvo tiempo de enfríarse antes de que madres, padres, chicos, jóvenes y abuelos, cayeran al abismo, quizás, todavía con la taza en la mano. 
   Todo lo que es humano, está colgado del hilo delgado de la fatalidad, es cierto, pero hay manos perversas, que lo cortan.
No me importa saber si por inconsciencia o por desidia. En ambos casos son culpables y nuestra sociedad está acumulando demasiadas de estas dudosas culpas y demasiado dolor!
   Caro Diario, ayudame...sólo encuentro palabras obvias y no son de consuelo, no, son de impotencia e indignación.
Entonces cerremos aquí. Dejemos que hable el susurro de una oración y busquemos una flor que la eleve hasta Dios.

                 
     
 

2 comentarios:

  1. Querida! Qué bien lo decís! El café quedó a la espera de que la vida siguiera, como todos los días...Y el mundo sin embargo, siguió girando!
    Sabés que la vida siempre continúa. Te quiero y entiendo profundamente cada uno de tus sentimientos!
    Nuetro café con leche de los miércoles sigue allí, para que lo bebamos!

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    1. Què pena! Recién leo tu comentario! Es que no sé quién debería, pero el caso es que nadie me avisa cuando alguien comenta.
      Pasó mucho(?¿) o nada de tiempo y siguen pasando cosas feas, sin control, que se llevan vidas y nos dejan con la nuestra un poco más desolada.
      Ahora, ya pasaron 3 días del 2014 y le pongo una ficha al azar: qué este año nuevo, nos cuide,sobre todo...de os que deberían cuidarnos!

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