domingo, 7 de marzo de 2010

Domingo, 7 de marzo 2010

Hola Diario,
ayer me borraste todo y no insistí.
La melancolía sabatina no tiene porque ser de dominio público, tenías razón.
Y yo no tengo razones, ma...después del sábado, viene inexorablemente el domingo.
La vida continúa, dijo hoy el sacerdote, sí, pero nunca nada es lo mismo. Él mismo lo admitió.

Se abren nuevas ventanas. Se conforman nuevos modos de cercanía y amistad.
Susi me contó que un conocido encontró a su papá en una foto nuestra, en Face Book. A veces hasta lo que comienza como un juego, termina llegando mucho más allá.
¿Se acabó nuestra unicidad? Habrá que encontrarle el lado positivo.
Recuerdo lo que le escribí a una amiga, cuando abrí mi cuenta de FB

Quizás estemos entrando en una nueva fase. Quizás podamos sumarnos a algo que transpase nuestro propio "UNO" para entrar, aún con nuestra individualidad, en el todo del cual somos, inevitablemente, parte.

Bueh, por ser domingo, no es una mala reflexión.
Pero vos, caro Diario, sabés dónde quiero llegar. Al poema que pone el verso donde es necesario, como impecablemente dice, mi amiga Lilian.

Domingo

Quisiera que vinieras una tarde
una tarde de domingo
en que no hay nadie.

Cuando el fin de semana
se d e s h a c e
si tu vineras, aún no sería
tarde.

Rosanna Altieri


2 comentarios:

  1. muy lindo ma'..
    por suerte somos todos parte de este universo pródigo y maravilloso.. por eso estamos tan conectados.. y eso hace que no me sienta sola jamás! me gusta!
    besos ídola mia!
    Lel

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