sábado, 28 de agosto de 2010

miradas,momentos


Hola Diario,

acomodar fotos siempre es un repaso, mas cuando las vistas son de lugares a los cuales siempre se vuelve, el repaso es relativo porque cada toma, aún de un mismo lugar, transmite, fatalmente, otro momento.
¿Cambia la gente de un año al otro? O las ciudades y los paisajes?
Sí, porque cambian nuestra mirada y nuestra emoción.
Todo en la vida está sujeto al momento y nada como una foto para aprisionarlo.
Encontré la Minolta de Roberto, que había desaparecido desde hace un año y medio.Puedo decir que desapareció con su partida.
El rollo estaba expuesto, pero no lo podía rebobinar. Compré una batería nueva y tampoco lo pude rebobinar. El técnico de Kodak puso la máquina en una bolsa y comenzó a maniobrar con sus manos, a oscuras.
Era un rollo chico de 24 fotos. Me entregaron 4 fotos rojizas, quizás las únicas que me retrataban a mí.
Rollo muy mal conservado, me dijo el técnico. ¿Conservado? Joder! diría mi nieta.
Fue en Tandil, en el invierno de 2008. Me veo ahí, sonriente, abrazada a Mabel.
Un viaje, unos días, unos momentos. Ya no están ni mi fotografo ni mi amiga y tengo otras cientos de fotos en las cuales ellos no están.
De ahí que los lugares que hemos conocido juntos, ya no me reflejan la misma luz...así sea a la misma hora. Tienen otra, la que le presto desde el recuerdo que siempre se mezcla.
Sigo siendo yo la fotógrafa, en la mayoría de los casos. Debe ser que miro mis paisajes sintiendo la mirada de ellos. Y si yo soy el sujeto sonrío. Le sonrío a quien está capturando ese momento y a los que siento ahí conmigo, en el alma.



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