Flores y mujeres se llevan bien. Creo que aunque haya quienes se dediquen desde lo profesional, cada mujer puede arreglar flores de mill maneras, cada vez en armonía con el momento y la circunstancia.
Así fue como cada arreglo tuvo ese algo que hizo que ninguno se pareciera a otro.Seis o siete pequeñas creaciones diferentes, me atrevo a decir, según la personalidad y la mano que acariciaba la flor.
Yo comencé a mezclar, combinar, recortar y distribuir colores y pétalos hasta reunir la primavera colorida que tenía en mente. Me sentí muy bien acompañada, con mi hija sentada en frente, inspirada en todas las gamas del rosa: un arreglo elegante, muy conforme con su personalidad. Y el inquieto objetivo de Verónica registrando y buscando el alma del ambiente.
Ya veremos sus fotos. Acá, registro mi ramo exuberante, adornando mi cocina!
El domingo en el río. Un estreno en la lancha de Carlos y Lella, con nieta, novio y el nombre de Aña, madrina del barco que desde la borda, nos recuerda que está con nosotros.
Hacía muchísimo tiempo que no navegaba en el Tigre y no recordaba el sobresalto inevitable, al cruzar las olas provocadas por un tráfico acquático paragonable a la Panamericana en hora pico! Me agarré fuerte, me despeiné hasta el ridículo hasta que el recuerdo de "años ha", me dispuso a disfrutar...cabellos al viento jaja!
Barcos, barquitos, lanchas de todo tamaño y color. Y mi nieta al volante de ese primor, con tantos relojitos y sensores que me hacen pensar a nuestra vieja Winblow, con su motorcito de 10 caballos, a la altura de una Kontiky! Yo ya no me preocupo, ella aprendió enseguida.
Pero lindo: el agua revuelta, las estelas cruzándose y la gente adorando este sol que finalmente asoma después de tantos domingos grises. En la orilla los sauces, siempre los primeros en despertar del letargo, ya besan el agua y el verde ya se adueñó del paisaje. Cuando finalmente se deja la "gran avenida", el canal silencioso permite a los árboles que ondulan a nuestro paso, espejarse en el agua marrón.
Para la crónica gastronómica, almorzamos en el "Boraso", mirando el canal y la habilidad de un pibe de 11 años para "estacionar" las lanchas. El té en Orient Espress, es decir, en tierra firme.
Espero que la serenidad dominical se proyecte a la semana que viene.
fue un finde pleno! seguro que la semana sigue así... pongamos la actitud!
ResponderEliminarmuaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!
tal cual, finde cartón lleno y BINGO de pasarla tan bien :) sos lo más nonnis, y aguanten los pelos al viento! jajaja!
ResponderEliminarbeso y bona nit :)
La semana recién empieza y me acompañó el relato. Será cuestión de empujar lo lindo hacia adelante y esperar... a Teresita jajaja!
ResponderEliminarBonne nuite ...se parece a tu catalán!
Besitos a las dos y me voy a la noni.