Hola Diario,
llegó el último y yo sólo deseo que termine.
Hace rato que diciembre me encuentra profundamente cansada; no tengo ganas de escribir pero si grito un poco quizás me sienta mejor.
Dicen que todo el mundo, en este mes 12, hace un repaso.
El tema es que re-pasan cosas. Vuelven con un año más a cuestas y no por eso más lejanas.
Cuántas cosas hay que no dominamos, que nos atropellan, como lo hizo la rueda del colectivo con la mamá del novio de mi nieta, Silvia, que ahora lucha para volver a respirar o la enfermedad de Valentina que también arrecia en diciembre y me da miedo. Todo eso me duele, mucho, y estoy enojada.
Sí, enojada. Porque tres diciembres seguidos son demasiados para vivirlos con tanto desasosiego, sumando angustias a las ausencias.
Hay gente que hasta ayer ni siquiera conocía y que me llegaron a través del amor...pero ¡por Dios! eso debía ser para alegría, para risas y festejos...¡y no! Es diciembre y nos vemos en el hospital con Vero, con Pablo, su papá y sus hermanos, los mismos que hace poco tiempo ni conocía, y nos abrazamos, y rezamos y nos decimos palabras de fe que es lo único que sabemos decir.
Con Valentina hago lo mismo, digo, le vamos a ganar y por dentro estoy hecha un trapo.
Entonces, es diciembre y no escucho las campanitas y miro para el otro lado cuando paso delante del desborde navideño de algunos negocios. No encuentro albricias en mi corazón porque no tengo paz.
Navideño, Navidad y yo estoy enojada otra vez, la reconciliación no dura porque no dura la paz.
Diciembre, ¡habría que borrarlo del calendario! Es un viejo que arrasa con todo, te tira un año más encima y pretende que lo despidas con burbujas.
Voy a cambiar el final; burbujas sean para enero, el recién nacido.
¿Qué dije? mi Niñito Gesús, recién nacido, ayudame a traer buenos momentos. ¡No te vayas, Señor!
martes, 6 de diciembre de 2011
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Va todo mi cariño y mi fuerza para acompañarla en este momento.
ResponderEliminarUn abrazo bien fuerte!
Andrea~
Gracias, chiquita, los abrazos son sanadores!!
ResponderEliminarUn beso enorme.
Rosanna