Noche de diciembre en Tigre, precisamente en Boulevard Saenz Peña. Colorido, decontracté en un
ambiente retro, vintage, le dicen ahora, con mucho color y cosas "viejas" .
Ropa demodée que urga en el recuerdo. ¿Yo me he vestido así? No encuentro ese espejo, el tiempo lo ha empañado y no volvería a habitarlo con esos modelos, ¿dónde vas, vieja ridícula con esa ropa? Me parece oírme.
Quizás a las chicas que se animen, les queden bien los moños y los macramé.
Los juegos habían sido desalojados del arenero, sustituidos por sillas de hierro, oxidadas reliquia de algún viejo bar y ahí, con los pies en la arena, el recuerdo encontró su ropa: se vistió de música.
Los chicos, que tal vez hace poco jugaban en ese arenero, devenidos en músicos, jugaban con un blue.
Eso salió redondo, complementándose con la chica que pintó en la pared el vuelo de un barrilete.
El día se había ido sin que me diera cuenta. En el blue, azul índaco del cielo, busqué las estrellas. Encontré una sola, brillante, chiquita, lejana y linda..."nel blu dipinto di blu.
Todo lo azul es hermoso y el blue (o blu) es siempre nostalgia.
jueves, 22 de diciembre de 2011
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