viernes, 12 de noviembre de 2010

Paul - la voz del ayer

¿Cuánto significado puede contener la palabra "ayer"?
En este blog es un componente vital.
Dicha en los dos idiomas que hablo a diario, diferencia dos etapas de mi vida.
"Ieri" incluye momentos especialmente ligados a la infancia, a la primera atormentada juventud y al lenguaje del amor. Quizá, tal vez, sea el sonido de mi última palabra. Siempre se retrocede, creo, como en un círculo el principio y el fin, se reunen para cerrarlo.
"Ayer" es un todo, mucho más largo que aquel "ieri", en el "ayer" cabe una vida vivida entera, es decir todo lo trascendental que nos es dado vivir. Tan trascendental como el amor, la vida que nace de él y la muerte capaz de llevarse lo amado y hasta lo engendrado.
Pero hay mucho en el medio, tanto, todo ese tanto que esta noche con la voz de Paul, se me cayó encima.
Yesterday no es sólo "ayer", es la adolescencia de mis hijos. Es, de la mano de ellos, mi primera aproximación a una nueva expresión de la música. Yo era bastante joven como para disfrutarla, sin llegar al entusiasmo, ya que mis preferencias se quedaban en lo más melódico o si queremos, en lo más romántico. No sé, Michelle, All you need is love o la sublime canción de John Lennon, Imagine.
Pero esta noche, sin poder (ni querer) frenar el llanto, volví a sentir en mis manos una peluca de lana negra, remedando la melena de los Beatles, con que se disfrazaron mi nena y su amiguita, Adriana.
Yesterday, cantaba el viejo muchacho, mientras yo imaginaba, sentada en su sillón, los ojos brillosos y la barbilla temblante de Pucci, al corear la canción.
Él sabía todas las letras, me las traducía, así que lloré Let it be, canturreé Obladí obladá y terminé sollozando con el Hey Jude del final.
Sí, este Yesterday, desplegó en mi mente un largo racconto, donde risas y lágrimas se mezclaron en la remembranza. Pero no me siento triste ni sola. ¡No! He visto en la pantalla, tanta gente con la misma carga que yo sentí, más jóvenes, de la edad de mis hijos que estuvieron ahí como debía ser, y ví caritas de nena, sonrientes, iluminadas por una luz que les han encendido sus padres y sentí una gran alegría.
Si todavía la emoción se puede transmitir a una tercera generación, tenemos mucho por delante.
Y si podemos emocionarnos con los compases de la juventud, nada está perdido porque...all you need is love,
chicos!!!
Es la única verdad.

3 comentarios:

  1. AY MAMI! si supieras como lloré con Yesterday.... la carita y el silbido, ( x q la voz se le ahogaba por la emoción) de Puccio estaban al lado mio.. lo disfruté y lo lloré pensando en q él estaba ahí al ladito mio , escuchando a su ídolo! que bueno seguir compartiendo cosas con mi hermano, pero un un plano mucho más cercano y sutil !!!!!!
    todo el recital fue un volver a vivir, y compartirlo con Charlie y una chiquita de la edad de los mios, de la q no conozco el nombre pero sí su emoción y su sentimiento, fue vivirlo de otra manera.. como decías vos, varias generaciones en el medio entre Paul y los más chicos, disfrutamos a full esa energía, de ese volver a vivir..
    ahh! que lindo es sentir todo esto y las lágrimas son maravillosas porque nos hacen sentir más vivos que nunca!
    besos , ma' , te amo y gracias por haberme regalado mi primer disco de ELLOS "THE BEATLES", escondido adentro dela tapa de Rita Pavone y su Pappa col Pomodoro! imborrable recuerdo!!!!
    P.d: se lo conté a mi ignota compañerita de emoción y me dijo: " q buena onda la de tus padres.. q grande" jajaja!! CIERTO! Q BUENA ONDA!!!!

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  2. Casi me avergüenza comentar en medio de este emocionado diálogo entre madre e hija, pero gracias por compartir tanto sentimiento!!!

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  3. AY, LELÍN, NO ME ACORDABA DEL DISCO ESCONDIDO BAJO LA TAPA DE RITA PAVONE, PERO DE VERAS QUE FUE UNA BUENA IDEA!
    Y ACÁ ESTAMOS CON RECUERDOS, SENTIMIENTOS, EMOCIONES: LELLA Y TAMBIÉN ANDREA: SEPAN QUE COBRAN VALOR SOLAMENTE AL COMPARTIRLOS.
    GRACIAS ENTONCES POR SABER HACERLO.
    UN BESO BESO.

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