martes, 28 de marzo de 2017

NOVENA DÉCADA



Caro Diario,
parece que pasó mucho tiempo desde la última vez.
¿será que no tenía nada que contarte? o no tenía ganas de pensar?
No sé. Tal vez precisaba EL FESTEJO! UN FESTEJO REAL!


ACÁ ESTOY CORONADA (de gloria jaja) CON REY ERNESTO, COMPARTIENDO CUMPLEAÑOS. CELEBRANDO LO BUENO QUE PASÓ Y PENSANDO (seriamente!) QUÉ PEDIRLE AL AÑO QUE  VENDRÁ.

Me gusta pensar que, faltando 0nce (11) para cien, debo celebrar el año que se fue sumando ayeres, y darle al que viene, la tarea de inaugurar la novena década.
Pido vivirla en paz, cobijáda en los afectos y los amores de siempre y con el cuore abierto a los nuevitos, los  bisnietos, la continuidad de la cual, gracias a Dios, llego a ver el comienzo.
Estoy muy agradecida Y BENDECIDA...  ¿el balance? Positivo, sin arrepentimientos sin reproches. Lo que está hecho, hecho está! La vida nunca es perfecta y hoy, con eso que llaman sabiduría o experiencia acumulada, no tengo quejas, sólo agradezco el haber podido caminar mi largo sendero, entre escombros y/o jardines, según se dieran, fiel a mí misma ¡Sí!... ¿a mi manera? ¡No! No siempre, decir eso sería petulancia!
Por suerte he podido compartir las dudas y aceptar el segundo plano, según las circunstancias, aunque admito que fui terca y apasionada cada vez que he sentido que la causa era justa.
STOP! Se cerró el balance... los veedores, dirán lo suyo!
 
Ahora, lo más cercano, esas cosas tán lindas, que empezaron en el bendito 2016, recién comienza a escribirse; es un libro abierto, escrito en las nubes por tres rayitos de sol!
Un día de estos, caro Diario, te hago un resumen alegre, dichoso y esperanzado, coreando las risas de Dante y tomada de las manitas de Jazmín y Francesca que ¡YA,YA! están llegando.

Eso es, mi querido Diario, ¡Tres bisnietos en menos de un año!
Te lo tenía que contar, para verlo escrito, para darme cuenta que todo tiene su tiempo, que "ayer-hoy y mañana" no  son sólo un título bonito para mi blog, no, porque al entrar en la novena década, soy un compendio de "ayeres", mientras los "hoy" me contienen y los "mañana" serán sorpresas o (como dice esta poeta) solamente, tiempo.

Mañana,

ya no me apura la espera.
Vas a llegar de a poco,
serás instantes, horas o 

simplemente tiempo.


Mañana, 

quizás yo te alimente,
viejo árbol, infundiéndole savia
a la pequeña rama, si es que reverdece.

Mi fuerza es el ayer, de él me alimento.


La mirada hacia atrás. La caja de la vida,
generosa Pandora, adorna mi presente, lo enriquece.
Hundo la mente en esa larga historia, la escucho,
novela sin fronteras, sombras iluminadas por una terca,
 

amante, apasionada entrega.

Rosanna Altieri – 22/4/14